Día del Maestro: cinco historias de profesores peruanos que nos inspiran en plena pandemia
- Mundo N
- 6 jul 2020
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Mientras nuestro planeta enfrenta una de las crisis más severas de su historia reciente, millones de personas en el mundo se aferran a una esperanza: el futuro. Con todo lo que está sucediendo, afirman algunos, lo que viene debería ser mejor. En el Perú, incluso, se habla de una ‘nueva convivencia’, una toma de consciencia necesaria tras los profundos golpes que deja la pandemia. Existe, sin embargo, un grupo de profesionales que desde siempre ha trabajado con esmero para forjar un porvenir mejor: los profesores.
Este lunes 6 de julio se celebra en nuestro país el Día del Maestro, un merecido homenaje a esos arquitectos del futuro que, día a día, entregan conocimiento y sacrificio sin pedir demasiado a cambio. Pero, con la llegada implacable de la COVID-19, ¿qué ha pasado con ellos? La República conversó con cinco docentes peruanos que, en lugar de dar un paso atrás frente la crisis, supieron reinventarse para continuar con sus labores de enseñanza.
Todo buen maestro sabe que su tarea más elemental consiste en sembrar una semilla, algo que trasciende el acto de impartir conocimiento y se acerca más bien a una actitud ante la vida. Fomentar en los jóvenes no solo el aprendizaje, sino también el amor por aprender, una pasión que dura para siempre una vez que ha sido cultivada. Pero el camino puede ser adverso. El Perú es uno de los países de la región que peor paga a sus docentes, una situación que se agravó con la crisis y generó incertidumbre en miles de ellos.
Pese a todo, hay algunos héroes que en estos meses de desasosiego nos han demostrado, sin necesidad de superpoderes, lo que se puede lograr cuando se unen ingenio y compromiso con una labor tan noble como la docencia. Gerson Ames, Gabriela Guerrero, Giovanna García, Beto Valdiviezo y Bruno Ychpas son cinco maestros peruanos que decidieron no quedarse de brazos cruzados y reconfigurar sus métodos para seguir en contacto con sus estudiantes.
Desde que era un estudiante escolar,Gerson Amesencontró en los maestros una guía ética y académica. Cuenta que se sentía protegido cuando estaba cerca a sus profesores, y siempre los observó con admiración. Hoy, no solo se ha convertido en un gran docente sino que ademáses uno de los más célebres profesores peruanos debido a su loable actividaden zonas rurales. En 2019, incluso, estuvo nominado al prestigioso premioGlobal Teacher Prize.
La virtud del docente
Desde que se inició la modalidad a distancia debido a la expansión del coronavirus en el Perú, la profesora Gabriela Guerrero Landa supo que sus clases en la Comunidad Nativa Yutupis, Amazonas, debían ser reformuladas. Fue así que decidió iniciar un sistema con diversos recursos digitales para continuar con sus labores docentes. Sin embargo, con los días descubrió que muchos de sus estudiantes no contaban con acceso a dichas herramientas. Su respuesta fue inmediata.
“Las brechas han sido mucho más notorias con la pandemia. A diferencia de la ciudad, en algunas zonas ni siquiera había acceso a radios. Mucho menos a computadoras o a tablets. Entonces, la forma de adaptar la educación era visitarlos a domicilio. Luego, para evitar riesgos de contagio, optamos por las llamadas telefónicas”, narra la maestra.
En efecto, durante los últimos meses todo el país ha sido testigo de las profundas grietas que se han agudizado con la crisis sanitaria. Pese a todo, mientras la pobreza y la precariedad permanecen como dolores insufribles, en el Perú hay aún motivos para creer en el futuro. Profesionales como Guerrero son una irrefutable prueba de ello.
Al alcance de un clic
En un movimiento dictado por su ímpetu de enseñar, el docente Alberto Valdiviezo descubrió un mundo repleto de posibilidades. Frente a la insuficiencia de las clases virtuales, este ingenioso maestro de matemáticas, acostumbrado quizá a plantear soluciones frente a problemas complejos, optó por llevar sus lecciones al banco audiovisual de Youtube.
“He tratado de ver el vaso medio lleno y no medio vacío. No me he enfocado en la desgracia, sino en la oportunidad que había para hacer que mis alumnos aprendan más y mejor. Para ello, decidí crear un canal de Youtube, porque en las clases sincrónicas no teníamos mucho tiempo. Yo enseño matemáticas y las matemáticas hay que enseñarlas despacio. La idea es que los muchachos puedan tener al profesor al alcance de un clic”, explica.
Fuente: La República
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